¿Qué tan sensible es nuestra felicidad con respecto a la Calidad de Vida de los otros?[1]
Publicado originalmente por Jalisco Como Vamos en el siguiente enlace
Preguntas como ésta son ahora posibles de intentar responder
gracias a los datos que el Observatorio Jalisco Como Vamos pone a disposición
del público. La pregunta sin embargo no es del todo trivial. Existe un compendio
muy importante de estudios de felicidad e ingreso que han identificado cierta
relación entre estas dos variables. Según estos estudios el incremento en el
ingreso del individuo incrementa el nivel de felicidad individual, pero al
mismo tiempo el incremento promedio de un país no necesariamente incrementa, en
esa proporción, el nivel individual de felicidad.
Ello parece constituir una paradoja, así lo explica Richard
Layard y otros[2]
en uno de sus trabajos. Y para ejemplificar el asunto propone un ejercicio. Si
te dieran e elegir entre los dos siguientes mundos ¿Cuál elegirías?
a) Tú obtienes 50 mil al año mientras otros obtienen 25,
b) Tú obtienes 100 mil al año mientras otros obtienen 200.
Según Layard, en países desarrollados la mayoría elegiría la
opción a), y esto solo sería posible entender asumiendo que importa, de alguna
manera, el ingreso relativo.
Te propongo otro ejemplo. Decides comprar un automóvil y
tienes un presupuesto modesto de 100; fruto del ahorro de varios meses.
Finalmente compras un auto utilizando ¾ partes tu presupuesto original.
Concluyes que la transacción fue todo un éxito. Una semana después descubres
que un compañero de trabajo también realizó una transacción exitosa. Compro un
carro muy similar al tuyo pero por la mitad de precio. ¿Cómo te sientes ahora?
Puedes enfrentar la situación de varias maneras, pero si consideras que el
hecho te afecto de alguna manera es porque, para bien o para mal, te afecta lo
que a otros les suceda.
Pues según los datos de Jalisco Como Vamos a los tapatíos
nos importa la calidad de vida de los demás. Para efectos de nuestra felicidad
individual parece que nos importa la calidad de vida que gocen nuestros
próximos. ¿Te parece tiene lógica?
La encuesta de JCV en su versión 2011 contiene una serie de
preguntas que hace posible explorar la relación entre felicidad auto-expresada
y niveles de calidad de vida relativa. En una pregunta pide al entrevistado
elegir una opción para definir su nivel de felicidad. Las opciones son “muy
feliz”, “algo feliz”, “poco feliz” o “nada feliz”. Por otro lado existe una
pregunta que solicita al entrevistado elegir una opción que defina su calidad
de vida en comparación con los demás. Debe elegir entre 1 y 5 (1: mucho pero,
2: algo peor, 3: igual, 4: algo mejor, 5: mucho mejor) como se siente con
respecto a los demás en lo siguiente:
1.
educación para sus hijos,
2.
posibilidad de comprar una casa,
3.
sueldo que recibe,
4.
acceso a parques y jardines,
5.
acceso a servicios de salud,
6.
acceso a agua potable,
7.
Acceso a policía y seguridad,
8.
oportunidades de trabajo
9.
igualdad de género.
El resultado es muy interesante. Así parece ser según la
gráfica 1, que permite concluir de manera preliminar lo siguiente:
1.
Existe una posible relación entre felicidad y
calidad de vida relativa
a.
Nos hace muy infelices sentirnos en clara
desventaja con respecto a los demás,
b.
Nos hace feliz sentirnos igual como los demás,
pero nos hace más feliz aún estar un poco por encima,
c.
Pero nos quita algo de felicidad sentirnos muy
por encima de los demás, o dicho de otra manera sentir que una gran mayoría se
encuentra muy por debajo de nosotros en cuanto a la calidad de vida que
recibe/percibe.
Gráfica 1
Fuente: Elaboración
del autor con datos de la Encuesta de Percepción de Calidad de Vida Jalisco
Como vamos versión 2011.
Sin embargo ¿Qué pudiera ocurrir en la psique de las
personas que nuestra felicidad varía con la calidad de vida que otros gocen?
Más importante aún, ¿Cómo explicar que nuestra felicidad disminuya una vez que
como tapatíos pasamos la frontera del “algo mejor” al “mucho mejor”?
Quizá alguna pista nos podamos llevar a casa a reflexionar
de observar que sucede cuando desagregamos esta relación entre las diferentes
edades de los entrevistados. La gráfica 2 nos permite ver cómo la relación de
“U” inversa se disuelve conforme avanzamos en edad. De tal forma que la
felicidad expresada de los más jóvenes parece ser más sensibles a la calidad de
vida que gocen con relación a los demás. Es decir, que la felicidad de este
grupo disminuye cuando pasan la barrera del “algo mejor” al “mucho mejor”.
Mientras que los más grandes no parecen compartir este comportamiento.
Gráfica 2
Fuente: Elaboración
del autor con datos de la Encuesta de Percepción de Calidad de Vida Jalisco
Como vamos versión 2011.
¿Alguna idea al respecto?
[1]
Oliver D. Meza Canales es colaborador de JCV integrante del grupo temático de
Gobierno, y candidato a doctor en políticas públicas por el Centro de
Investigación y Docencia Económicas A.C.
[2] Layard, R., Mayraz, G., & Nickell, S. (2009). Does
Relative Income Matter? Are the Critics Right? London.
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